jueves, 8 de febrero de 2018

¿Qué cantidad de agua de lluvia traslada el río Iro a Chiclana?








Los tres estudios realizados hasta la fecha arrojan datos muy diferentes en torno al caudal que se generaría y llegaría al casco urbano en el caso de una gran avenida de agua


IRO XXI | CHICLANA

Parece que no debiera ser algo difícil de cuantificar y de conocer cual sería la gran avenida de agua que pudiera llegar al centro de la ciudad de Chiclana a través del cauce de su río. Lógicamente entenderemos que sería siempre en función de la cantidad de lluvia que cayera en su cuenca hidrográfica. Sin embargo, este dato de la posible gran avenida que se pudiera producir, parece necesitar de una gran dosis de fe para creérnosla y lo más enmarañado de su problema es que en cada estudio que se realiza para dar con su cantidad, su caudal, el resultado es sensiblemente diferente y ya van tres estudios, como les digo con resultados dispares.

No es una cuestión baladí, ya que al conocer con más que menos certeza la cantidad de agua que puede discurrir por el cauce urbano, toda la cantidad que exceda esa capacidad, será agua que creará inundabilidad en la población.

Ese inalcanzable, por difícil de calcular, caudal de la máxima avenida, ese número en metros por segundo se hace necesario, incluso legalmente, para definir y proyectar cualquier infraestructura sobre el río y de el dependerá la magnitud y presupuesto de la misma, es decir su viabilidad. Si además ese caudal, con sus estudios pertinentes, forma parte del documento, elevado a Ley tras su procedimiento administrativo, llamado Plan General de Ordenación Urbana de Chiclana, no solo fijan las actuaciones posibles en nuestro cauce sino que va definiendo las posibles zonas inundables y protegerlas de usos que dificultarían esa inundabilidad.

Se hace imprescindible, por todo ello, definir y consensuar, entre los profesionales en materia hidráulica no solo el caudal sino el sistema para llegar al mismo, con el máximo rigor y entendemos que con premura. Parece kafkiano que cada proyecto a realizar lleve consigo un caudal diferente, por lo que todo y tanto depende del “último” estudio realizado por el “último” consultor

Todos parecen coincidir en la dimensión de la cuenca del río Iro que es de 224 Kilómetros cuadrados y consideran una longitud de 30 kilómetros de río, así como la altitud de la cuenca llega a los 300 metros en el Cerro de Medina, pero a partir de ahí comienzan infinidad de interrogantes, con infinidad de respuestas que pueden ser muy diferentes.

El agua de lluvia que cae en toda la cuenca nunca lo hará de forma homogénea y el número de pluviómetros, distribuidos en ella, en los que se puedan medir la lluvia efectiva que cae y evaluar las frecuencias, es escaso o nulo, por lo que no puede resultar nada más que un cálculo estimativo, determinado graciosamente. Las pendientes de sus arroyos y la forma de concentración de las aguas. O la cubierta vegetal, que seguro que varía con la temporada de sembrados y la permeabilidad de los terrenos, también son términos que el rigor en su estimación influye con claridad en el resultado del caudal último.

No tenemos ningún caudalímetro (instrumento de medida para la medición del caudal de un fluido, se trata que conocida la sección del cauce, se pueda conocer la velocidad del mismo) ni en los arroyos principales ni siquiera en el tramo del río Iro que nos pueda determinar con seguridad el comportamiento de las aguas de lluvia desde su caída hasta su llegada a los lugares de conflicto, así que convenir el método y resultado de las estimaciones se hace imprescindible para hacer un buen trabajo.

De todas formas lo que parece objetivo, es que con la construcción de una presa contra-avenidas en el arroyo de la Cueva el agua que pudiera retardar su llegada sería del orden del 30 por ciento, por lo que la gran avenida se vería disminuida, sería proporcionalmente menor y podría ser absorbida por el cauce urbano con mayor facilidad. El resto del agua procedente del arroyo lo haría con mucho menor caudal y durante mucho más tiempo. 

Pensamos y deseamos que debiera de impulsarse la confección del proyecto definitivo de la Presa contra-avenidas sobre el arroyo de la Cueva y posibilitar su ejecución, y se obtuviera el “maldito caudal” de la máxima avenida fruto de la comparación de los estudios ya realizados con anterioridad y se contrastara también con los datos que pudieran transmitirse del estudio de los percances de inundaciones que constan a lo largo de los años en la historiografía de la ciudad. 

miércoles, 24 de enero de 2018

UNA “ESTACIÓN DE AUTOBUSES” JUNTO AL RÍO IRO (?)



Sorprende que se permita situar el intercambiado de autobuses en la margen del río en clara contradicción a lo propuesto en el PGOU


IRO XXI | CHICLANA

El Grupo Iro XXI surgió, hace ya dos largos años, como un grupo de reflexión en torno al río Iro. “Un río de oportunidades”, el texto con el que nos presentamos el 3 de octubre de 2015, proponía: “Es pues momento para plantear un punto de encuentro desde distintas ópticas, para buscar y encontrar vías de entendimiento de la ciudad y los ciudadanos del siglo XXI con el Iro...”. Desde entonces, este grupo viene trabajando para conseguir ese “punto de encuentro”, dedicándole tiempo, reflexión, discusión, divulgación y, también, por supuesto, interés y vigilancia a todo lo que afecte a nuestro río.

Cuando se ha hecho público en prensa el inicio de la tramitación para la licitación de la denominada “Obra de intercambiador metropolitano de autobuses en Chiclana de la Frontera”, promovida como órgano de contratación por la Agencia de Obras Públicas de la Junta de Andalucía (OAPJA), por un importe de 239.955,80 euros, con plazo de presentación de ofertas hasta el próximo día 15 de enero, ha despertado nuestro interés por conocer en qué consiste y cómo se va a implantar el equipamiento recogido en este proyecto. Una vez conocidos los detalles del mismo nos han dejado altamente preocupados. 

La aprobación definitiva del PGOU, mediante la Orden de 28 de noviembre de 2016 y la publicación de la Orden de 22 de diciembre de 2016 de la Norma Urbanística de la Revisión del PGOU (BOJA de 30 de diciembre de 2016), nos provocó cierta esperanza en cuanto a la posibilidad de recuperar de una vez por todas el río Iro para la población de Chiclana. Así entendimos como una “declaración de intenciones” las siguientes actuaciones incluidas en el PGOU:

1. Las tres actuaciones urbanísticas denominada “Actuaciones Aisladas", como la “2-AA-06 RÍO IRO”. Dirigida a la obtención de suelo y consiguiente urbanización de espacios públicos destinados la apertura de nuevos viarios o ensanche puntual de los existentes para mejorar la conectividad y permeabilidad de la trama urbana, así como la obtención de nuevos suelos para espacios libres y/o equipamientos. Con este fin, el propio planeamiento señala que “la obtención de terrenos para las actuaciones aisladas (AA) en Suelo Urbano Consolidado se realizará mediante la expropiación forzosa. También se podrán obtener mediante reserva de aprovechamiento, compra o permuta con los propietarios y cesión gratuita en virtud de convenio urbanístico. A efectos expropiatorios todas las Actuaciones Aisladas del Suelo Urbano Consolidado que impliquen obtención del suelo, se consideran de utilidad pública e interés social”. Esto significa que el PGOU prevé la liberación de todo tipo de edificación y construcción en las dos márgenes del río desde el Puente Chico hasta el puente Azul, excepto la estación de bombeo en calle Iro, intentando recuperar definitivamente el Iro para disfrute de la ciudad en este tramo urbano.


2. La declaración de Zona Verde –denominadas “D-EL-ZV”, prevista para “plazas, áreas estanciales e itinerarios peatonales, con alto grado de acondicionamiento o ajardinamiento y mobiliario urbano, y destinadas a resolver las necesidades más básicas de estancia y esparcimiento al aire libre de la población de los distintos sectores urbanos”– de las dos márgenes del río Iro entre el Puente Chico y el Puente Azul o VII Centenario.

En consecuencia, no terminamos de entender que después que el Ayuntamiento de Chiclana haya incluido estas actuaciones en el PGOU para liberar los espacios vinculados a las márgenes de Iro, en su gran mayoría con una importante inversión pública, al mismo tiempo se promueve este nuevo equipamiento para implantarlo en el mismo lugar que se pretende recuperar.

Menos aún si entramos a examinar otros aspectos que afectan a esta intervención, no por ello de menos importancia, como son: la diferente ubicación prevista en el PGOU del Intercambiador de Transporte -C-IB-IT-03 Paciano del Barco-, y, por otro lado, las condiciones de inundabilidad que se recogen en el “Estudio Hidráulico para la prevención de inundaciones y la ordenación de las cuencas de la Janda”.

La localización preferente del equipamiento o infraestructura destinado a Intercambiador de Transporte –con la que, dicho sea, se justifica la construcción del Intercambiador Metropolitano de Autobuses por la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Chiclana– está indicada en la planimetría del PGOU incluida en la actuación 2-ARI-RU-PE-05 (Área de Reforma Interior de Renovación Urbana, con ordenación pormenorizada diferida del campo de fútbol municipal), donde se pretende la transformación del actual campo de fútbol municipal en un gran contenedor edificatorio singular de usos mixtos, capaz de dotar a la zona centro del municipio de nuevas actividades urbanas, “contribuyendo además a la recuperación y recualificación del frente al Iro en la zona de La Banda”.

En la ficha de esta actuación urbanística del PGOU se incluyen varios datos interesantes. En las Determinaciones de la Ordenación Estructural (OE), en su apartado III, Suelo Dotacional Público, prevé como sistemas generales incluidos en este ámbito el Intercambiador de Transporte C-IB-IT-03. Igualmente, en las Determinaciones de la Ordenación Pormenorizada Preceptiva, en su apartado VI, Determinaciones Vinculantes, recoge que “sobre la calle Paciano del Barco se propone el Intercambiador de Transporte C.IB.IT-03. PACIANO DEL BARCO”.

De estos datos se desprende claramente que el Intercambiador Metropolitano de Autobuses está preceptivamente vinculado al desarrollo de la actuación urbanística 2-ARI-RU-PE-05 –sobre el campo de fútbol municipal– y no en la acera de enfrente, como ahora se pretende construir, completamente fuera del ámbito de la actuación.

En el PGOU se incluye, además, como documento de cumplimiento el “Estudio Hidráulico para la prevención de inundaciones y la ordenación de las cuencas de la Janda”, donde se declara por parte de la Administración como “de altos riesgos de inundación las vegas del río Iro” (Art. 13.4.10.1 Normas Urbanísticas). Esto obliga al Ayuntamiento a tomar medidas de prevención en este tramo urbano con distintos proyectos para evitar este riesgo de inundación. Algunos de los cuales se han puesto en conocimiento a nuestro grupo.

En resumen, resulta al menos sorprendente que el Ayuntamiento haya permitido situar el Intercambiador de Autobuses en la margen del río en clara contradicción a lo propuesto en su propio PGOU y la prevención del riesgo de inundación donde se prevé se concentrarán numerosos vecinos usuarios del transporte público.

Sin duda un paso atrás en la esperanza por recuperar definitivamente el río Iro para la ciudad de Chiclana.



jueves, 11 de enero de 2018

Demandando una utopía



Lo primero que necesita nuestro río son actuaciones para garantizar la seguridad, pero bueno sería ir estudiando ya aspectos relativos al uso y disfrute de su cauce para acercarlo al ocio


IRO XXI | CHICLANA

No es nocivo para la salud y resulta hasta agradable y reparador el soñar, de vez en cuando, con nuestro río Iro. Más saludable aún cuando sueñas un río con una gran lámina de agua, lleno de personas y repleto de agua. Mientras dormitas esa fantasía, puedes ver a muchas pequeñas y diversas embarcaciones moviéndose entre sus aguas, conducidas por personas, jóvenes y mayores, todas con expresiones alegres disfrutando de los regalos que le ofrece la marisma chiclanera serpenteada por el cauce de un río limpio y repleto de vida. 
Pocas veces algún sueño se puede, con el tiempo, convertir en realidad y este puede ser uno de ellos. 

Parece evidente que lo primero que necesita nuestro rio son actuaciones que tengan como propósito garantizar , con seguridad razonable, la protección de la ciudad ante las avenidas, las riadas con las que en ocasiones se perturban nuestras vidas en la ciudad. Las infraestructuras encaminadas a conseguir limitar la posible inundabilidad adecuadamente, parece que están más que estudiadas y a la espera de encontrar financiación, la presa contra-avenidas y el crecimiento de muros en el cauce urbano deben garantizar por muchos años las posibilidades de nuevas riadas. Además parece que el ya evidente cambio climático, va más bien tendiendo a la escasez de lluvias por estas zonas del sur.

Bueno sería ahora el ir estudiando con sensatez, pero con ilusión y perseverancia, los aspectos relativos al uso y disfrute del cauce de nuestro río con el fin de acercarlo al ocio y regocijo del ciudadano.

Nos consta que en algún cajón de la oficina técnica municipal y no en el olvido, existe un anteproyecto elaborado por los técnicos municipales sobre la posible construcción de una presa infalible “clavada” en el lecho del río. Una descripción simple de una presa infalible podría ser la de un tubo de goma sellado por sus extremos e instalado atravesando un curso de agua, que se eleva mediante su llenado con aire y desciende, con rapidez, mediante el vaciado de su contenido.

El uso e instalación de este tipo de presas comenzó en Japón en 1964 y en la actualidad se encuentran en servicio más de 1000 de ellas; en España, que sepamos, las hay en Valencia, Gandía y Murcia. Desde entonces los sistemas han ido mejorándose tanto en su colocación como en la garantía de la goma, existiendo en la realidad varias patentes y diferentes marcas suministradoras.

En el anteproyecto observado y realizado por el Excmo Ayuntamiento, se propone instalarla aguas abajo de la depuradora de residuales y tendría una longitud de más de cincuenta metros, ocupando todo lo ancho del cauce del río. La decisión de elegir dicho emplazamiento no es otra que al conseguir una nueva lámina de agua, con suficiente calado, ésta se una e integre con el lago que actualmente limita el parque perturbado de la Longuera.

«HAY UN ANTEPROYECTO MUNICIPAL SOBRE LA POSIBLE CONSTRUCCIÓN DE UNA PRESA INFLABLE»

El aspecto que tendría el río una vez realizada esta infraestructura se lo hemos querido mostrar mediante la ilustración con la que desarrollamos este artículo. El tubo de goma se llenaría, mediante un pequeño compresor, cuando la marea alcanzara la pleamar y consecuentemente permitiría conservar el río “lleno” durante varios días con una línea de agua que podría llegar hasta el “Puente de la Concordia”. Se crearía un gran espacio en el que no solo se vería mejorada la estética del cauce, en la zona más céntrica de Chiclana sino que se habilitaría un grande y maravilloso espacio donde poder desarrollar actividades de ocio y navegación de pequeñas embarcaciones.

El vaciado del agua retenida se podría realizar en cualquier momento, aunque lo recomendable sería en el momento de comenzar la marea a bajar y estuvieran las aguas a ambos lados de la presa (tubo de goma).

Tal vez la característica más importante de esta presa inflable en cuanto a la seguridad ante avenidas es que posee un mecanismo automático y mecánico, (no necesita electricidad), por el cual se vaciaría en caso de avenidas, aunque estas fueran pequeñas. El “tubo de goma” quedaría rápidamente plegado, sin aire y por debajo de la cota del terreno natural del cauce.

Sabemos que casi todos los sueños se duermen, pero les podemos asegurar por propia experiencia, que algunos se viven.

Leer en EL PERIÓDICO DE CHICLANA. Nº 102. Pág. 22

jueves, 16 de noviembre de 2017

¿Esperanza para el río Iro?



Comienza a existir cierta preocupación por parte de las Administraciones en ir resolviendo algunos de los muchos problemas que en estos momentos soporta nuestro río


IRO XXI | CHICLANA

Durante este último mes hemos ido recibiendo noticias y especificaciones de ideas aún por reflejar en proyectos, e incluso un proyecto ya más desarrollado como documento técnico y administrativo, valorado y previsto para su posible contratación, todos refiriéndose a actuaciones sobre el río Iro. Parece que comienza a existir una cierta preocupación, por parte de las Administraciones, en ir resolviendo algunos de los muchos problemas que en estos momentos soporta nuestro río-ría. 

Estos hechos nos alientan a seguir manifestando nuestras preocupaciones y a conseguir hacer cada vez más visible, para todos los ciudadanos, la gran importancia que el Iro tiene para el buen desarrollo de la ciudad de Chiclana en todos sus aspectos: “el río es Chiclana”. Comenzamos a sentir cierta esperanza de que alguna vez consigamos, entre todos, convencernos que en el buen desarrollo de ciudad debe ir implícito la mejora, uso y preservación de nuestro a veces río y otras ría, que atraviesa la población por su único centro urbano, comercial, poblacional y turístico, todo ello a la vez.

Tan solo hace unas semanas el Gobierno Municipal, de una manera oficial y con intención de que participáramos en sus determinaciones, nos mostró al GRUPO IRO XXI un proyecto prudente y posible, en cuanto a su valoración económica, que intenta resolver con pragmatismo los problemas de falta de capacidad que sobrelleva el cauce urbano a su paso por la ciudad y que fueron incluidos en el último estudio de inundabilidad que contempla el actual PGOU. Aceptando la necesidad de construir al menos la presa contra–avenidas del Arroyo de la Cueva, irá aumentando la capacidad del cauce actual desde el Puente de la Concordia hasta la depuradora de fecales, dividiendo la manera de conseguir mayor altura de los muros de contención en tres formas diferentes según las características de cada tramo.
«EN EL BUEN DESARROLLO DE LA CIUDAD DEBE IR IMPLÍCITO LA MEJORA DE NUESTRO RÍO»
Asimismo el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento presentó a la prensa y también amablemente a nuestro GRUPO, tan solo hace unos días, una avalancha de ideas a las que denomina “Miradas sobre el Iro” y “cuyo desarrollo provocaría la conversión del río en el elemento integrador que de vida a la ciudad”.

En otro aparte y por el actual delegado de Fomento de la Corporación Municipal se nos informó de la redacción por la Administración Autonómica de un “Plan estratégico e integral del río Iro” en el que se estudiará hasta el posible tránsito por sus aguas de embarcaciones deportivas, con ubicación en su curso de coquetos pantalanes que ayudaran a posibilitar los accesos a estos pequeños navíos. Igualmente nos informaron que se están redactando unos proyectos por Diputación y Costas para la realización de “vías azules” que comuniquen los términos de San Fernando y Chiclana mediante caminos para bicicletas y peatones y al parecer estas infraestructuras debieran de atravesar el río Iro al menos en dos ocasiones y lugares diferentes.

Evidentemente ante tanto aluvión de “buenas intenciones” y aún reconociendo con el refrán castellano “que nunca es mal año por mucho trigo”, comenzamos a plantearnos serios interrogantes que nos crean sensatas preocupaciones. El tratamiento al río no debiera partir de discernir que Administración tendrá la idea más brillante o más mediáticamente asumible por la ciudadanía. Necesitamos las actuaciones más necesarias, más imprescindibles y desde luego con posibilidad clara y manifiesta de su ejecución en un plazo cierto y con su financiación precisa.

«SEAMOS SERIOS, LOS PROYECTOS TAN COMPLICADOS NECESITAN DE MUCHA PARTICIPACIÓN Y TIEMPO»

Es necesario que alguna Administración coordine “tantos esfuerzos”, somos conscientes de los muchos intervinientes en estas decisiones y del mucho tiempo que se necesita para que todos los que deban de informar, emitan su informe. Asimismo también somos conscientes de los muchos y dispares recovecos donde se pudiera encontrar la financiación para cada proyecto. Presupuestos de Costas de la Junta, de Costas del Estado, EDUSI, ITI, Diputación Provincial, Presupuestos Municipales. Es tanta la vorágine que a lo peor por picotear en todos nos quedamos sin ninguno.

Entendemos que desde el Ayuntamiento y su Gabinete Técnico, bien es sabido que los técnicos perduran más que los políticos, se deben de plantear y coordinar cualquiera de los proyectos sobre el río y es en su seno donde se deben de estudiar propuestas relacionadas con su oportunidad, posibilidades técnicas, evaluación de los recursos necesarios, tramitación de los expedientes y transparencia con las demás Administraciones intervinientes. Una vez resueltos todos estos “detalles” elevarlos a la Comisión Política, de turno, para que batalle por su aprobación y obtención de la financiación precisa.

Seamos serios, los proyectos tan complicados como los que se desarrollan en un medio tan frágil, necesitan de mucha participación y tiempo, no son adecuados a políticas cortoplacistas, hay que proponer y trabajar para el futuro, nunca los disfrutan los que lo inician, pero ese hecho engrandece más al que se dedique a la acción política en su pueblo. 



sábado, 4 de noviembre de 2017

Cruzando el “Puente Grande” (y II )





Tras la riada de 1965, se construyó el actual puente, denominado Nuestra Señora de los Remedios, que modificó notablemente el trazado de la N-340



IRO XXI | CHICLANA

En algunas de las ediciones de julio de este rotativo, El Periódico de Chiclana, ya les hemos contado sobre los avatares de los primeros puentes que se construyeron sobre el río Iro en el mismo emplazamiento en el que actualmente se encuentra asentado el de Nuestra Señora de los Remedios. La denominación de “Puente Grande”, con la que se ha conocido también al puente actual se debe al anterior.

El tamaño enorme, de piedra compacta y rocosa, de sus sillares y los complicados trabajos y artilugios que fueron necesarios realizar para la colocación de estos en la obra, seguro que fueron seguidos con verdadera admiración, envuelta en esperanza, por todos los chiclaneros, unos 9.000 habitantes, que habitaban la ciudad por los años 60 del siglo XIX. Y una vez terminado con sus robustos parapetos y acerados, su aspecto prominente y altanero seguro que provocaron que el pueblo, en vez de llamarlo puente de Isabel II, que era su nombre desde la inauguración, comenzara a bautizarlo como Puente Grande. Durante muchos años este único puente se consideró desmesurado. García Autrán decía: “Demasiado puente para tan poco río”. El otro, la pasarela, que se construyó río abajo en hormigón en 1927, ya parece que nació con su nombre puesto “el de Chico”.

La riada de 1965 no derribó aquel hercúleo puente, pero si lo dejó muy dañado sobre todo en su cimentación y estribos, por lo que el puente no fue demolido hasta la terminación y puesta en uso del nuevo de Los Remedios. Mientras estuvo en construcción el nuevo, seguía siendo utilizado el viejo incluso para el paso de camiones. 

El puente durante su construcción tras la riada.

La construcción del puente tras los estropicios causados por la inundación fue de las primeras obras relevantes que se acometieron. No debemos olvidar que era el único paso sobre el Iro y formaba parte de la traza de la carretera Nacional de Cádiz a Barcelona por Málaga (N-IV) y, evidentemente, no estaba construida la circunvalación de Chiclana. Luego, si se cortaba el tráfico por Chiclana debido a la dificultad de atravesar el Iro, la comunicación con la Janda y Málaga y, a su vez, de estas zonas con Cádiz, se tendrían que desplazar por Medina y Algeciras. Difícilmente podían aquellas carreteras, por sus características y estado, absorber los tráficos tan importantes que ya llegamos a tener a finales de los sesenta.

El actual puente –inaugurado en 1969– es uno más, con las mismas características de una carretera cuando pasa sobre un arroyo. Nada tiene en cuenta que, además, atraviesa por el centro la ciudad y, estéticamente, se contemplan continuamente sus laterales. Está formado por dos vanos de vigas de hormigón, con una pila en el centro del cauce, formada por cinco pilares redondos que soportan un cabecero sobre el que descansan las vigas. El vano del lado de El Lugar tiene 25 metros, mientras el de La Banda es de 33 metros, pues, además de salvar el río, pasa por encima de la prolongación de la calle Carmen Picazo. La anchura del tablero fue, en principio, de unos 10 metros; esta se amplió en el año 2003 en cinco, 2,5 metros por cada lado, con objeto de permitir cuatro carriles más el acerado. 

Tal vez el resultado más importante para la planificación de la ciudad que provocó esta nueva infraestructura fue su nuevo emplazamiento: unos metros más arriba que el anterior y, sobre todo, al cruzar el río de una forma oblicua y no perpendicular al lecho, como el anterior, con objeto de facilitar el enlace con la avenida Reyes Católicos. Estas actuaciones cambiaron por completo la fisonomía de la zona. Fueron necesarias algunas expropiaciones y la antigua plaza “del Piojito”, quedó atravesada transversalmente por los nuevos accesos al puente, dejándola dividida en dos pequeños trozos triangulares. Aún hoy, después de cincuenta años, no se ha solucionado el aspecto ruinoso en que se convirtieron las edificaciones linderas con la Iglesia de San Sebastián.


¿SABÍAS QUÉ?
  1. Estos años de la década de los sesenta fueron los peores para el río Iro, pues comenzó a colmatarse de suciedad, ya que por esos años también entró en servicio el abastecimiento de agua potable a la ciudad y los efluentes se producían directamente al río en su tramo urbano.
  2. De la misma forma el paso por la ciudad de la carretera nacional se hizo de lo más difícil ya que la alta intensidad de tráfico rodado, sobre todo los fines de semana, hacía del acceso a Chiclana un auténtico suplicio.
  3. A esa etapa de los años 65 a 80 del pasado siglo se le debe la fama de río pestilente que adquirió nuestro Iro. Tan acusado fueron los olores que nuestro insigne Fernando Quiñones comenzó a llamarlo “el río puercachón”.

sábado, 21 de octubre de 2017

Por qué y cómo se debe limpiar el río


El acopio de arena durante años dificulta la entrada de agua del mar y perjudica el sistema natura de limpieza del cauce


IRO XXI | CHICLANA

El comportamiento de nuestro río a su paso por la ciudad es muy semejante al de las muchas ramblas que desembocan, después de atravesar ciudades costeras, en el Mediterráneo. Se asemejan en que en ellas solo circulan las aguas en los casos de fuertes lluvias y grandes avenidas con dirección hacia el mar. Se diferencian en que como estamos situados en el Atlántico la influencia de las mareas es prácticamente diaria y son muchas las veces que vemos al agua ir rio arriba procedente del mar. Con las mareas, el río al mismo tiempo que recibe el agua de mar recibe el plancton que estas sustentan y con ello la vida para muchos crustáceos, peces y aves. Por eso podemos tener un río cada vez mas vivo y observar su pequeño mundo natural y versátil.

Todos los años las arenas y limos que son arrancadas a las tierras por las aguas de lluvia y que son desplazadas desde los tramos más altos, del rio, se depositan en sus trechos más bajos. En nuestro caso una buena longitud de su tramo de menor cota y casi plano, coincide con el paso a través de la ciudad cruzando con lentitud el centro de su casco urbano. 

El acopio de estas cantidades de arenas a lo largo de muchos años dificultan, cada vez con más persistencia, la entrada de las aguas de mar con las mareas, y llega incluso a dificultar el favorable sistema natural de limpieza del cauce por efecto de la fuerza de las aguas al retirarse con las vaciantes .

Hace ya más de cincuenta años, parecía normal, cada año se extraían del cauce del río las arenas que en él se habían depositado, se utilizaban los medios de entonces, es decir llenando los serones de algunos burros a pala, siempre con la marea vacía y en verano. Esta arena, extraída, que ya se consideraba “lavada” se utilizaba para la construcción, formando parte de morteros y hormigones, que en todo caso causarían menos eflorescencias que las que se utilizaban procedentes de la playa o del caño de Sancti-Petri, ésta la del río se consideraba más “dulce”, es decir contenía menos salinidad.

No fue hasta el verano de 1985, hace ya más de treinta años , cuando se realizó por primera y única vez una limpieza seria del río a su paso por la ciudad. Esta se tuvo que ejecutar desde dentro del cauce, creando en su interior y en el centro de dicho lecho un camino, por él discurrían la retroexcavadora y los camiones que tenían que sacar todo el material excavado y llevarlo a vertedero, una vez que se había producido su secado por el sol y al aire libre. Se efectuó la limpieza de esta manera del cauce, desde el puente de Nuestra Señora de los Remedios (Puente Grande), aún no estaba ejecutada la plataforma sobre el rio, hasta el Puente Presa, este se había inaugurado dos años antes de efectuar la limpieza. Junto a este puente y después de provisionalmente derribar el muro de protección, se construyó una rampa de material terroso que sirvió para dar entrada y salida a la maquinaria, camiones de mediano tonelaje y materiales. Una vez que se terminó dicha limpieza se volvió reponer el muro de contención. Obviamente los materiales que se habían echado para la construcción del camino se fueron quitando con la excavación al mismo tiempo que avanzaba esta en dirección al Puente Presa.

Evidentemente no se excavó graciosamente sino que respetando la altura de las márgenes, junto a los muros de contención, se fijó la profundidad de calado en el centro teniendo en cuenta la posibilidad de desaguar por el caño de Sancti-Petri. Es decir se le quitó al cauce los sedimentos añadidos sin tocar el fondo arcilloso, de fango negro y azulado, que primitivamente fijaban la profundidad del rio.

Si observamos la fotografía y la comparamos con la realidad actual podemos percatarnos que el tiempo ha vuelto a recomponer e incluso agrandar la vegetación marismeña que crece en sus márgenes.

En la actualidad si se procediera a la limpieza efectiva del cauce, no solo de la basura que de manera abundante e incívica le arrojamos desde las márgenes, sería aún más difícil que entonces realizarla desde fuera, junto a los muros de protección, sin producir mucha más destrucción que inevitablemente influirían en sus costos.


¿NOS AYUDAS CON TU OPINION?Si nos contestas a esta preguntas, las iremos publicando en las páginas de EL PERIÓDICO DE CHICLANA y también en este BLOG, tanto tus opiniones como nuestros comentarios sobre ellas.
  • ¿Se debería limpiar el río de sedimentos?
  • ¿Conoces un sistema de limpieza más cómodo y de menor coste? 
  • ¿La operación se debería hacer periódicamente? O cuando se viera el cauce colmatado.
  • ¿Se podría realizar alguna infraestructura en el interior del río que permitiera realizar su limpieza de manera más ágil y sin tener que realizar un camino provisional?

NOS PUEDES ENVIAR TUS COMENTARIOS A: grupoiroxxi@gmail.com

Leer en EL PERIÓDICO DE CHICLANA. Nº 95. Pág. 19



sábado, 7 de octubre de 2017

La cuenca alta del Iro: el arroyo Salado


El cauce se bifurca en dos arroyos, el de la Cueva y el Salado, cuya confluencia da origen a nuestro río; este último es el de mayor extensión y el que más caudal aporta


IRO XXI | CHICLANA

El carácter marismeño del Rio Iro a su paso por Chiclana y la influencia del agua marina aportada por las pleamares se deja sentir aguas arriba del casco urbano. La presencia de fangos y vegetación marismeña (sapinas, almajos), testigos del alcance de las mareas, puede seguirse hasta el final del meandro que describe el cauce, frente a la urbanización La Carabina, si bien la vegetación de los márgenes va adquiriendo nuevas especies como carrizos y tarajes. En este tramo, alejado de la presencia urbana y en un entorno más tranquilo, es posible observar además de garzas, garcetas y patos azulones, otras aves menos frecuentes como martinetes, martín pescador o pollas de agua. 

Algo más arriba de este punto el rio Iro pierde su nombre. El cauce se bifurca en dos arroyos, el de la Cueva y el Salado, cuya confluencia da origen a nuestro rio. De ellos, el arroyo Salado es el de mayor extensión y el que mayor cantidad de agua aporta. 

Su cuenca discurre casi en su totalidad por el término municipal de Medina, aunque los torrentes de cabecera alcanzan también los términos de Puerto Real y Jerez. Los materiales geológicos que atraviesa consisten básicamente en margas y arcillas, que al ser erosionadas por las aguas de escorrentía y los diferentes torrentes y arroyos que éstas originan, construyen un paisaje de cerros y colinas, a veces de fuerte pendiente, de tonos blancos y rojizos. 

La mayor parte de la cuenca está ocupada por tierras de labor con pocas áreas de vegetación natural, que de cualquier modo se encuentra muy degradada. De porte arbustivo, predominan lentiscos y palmitos, entre los que encontramos pies dispersos de acebuche, que recuerdan el acebuchal que sería el bosque primigenio. Entre las especies de menor porte, son frecuentes tomillos, alcauciles silvestres, espárragos y tagarninas, entre los que medran abundantes conejos y perdices.

Lo más característico de estos terrenos arcillosos es la presencia de abundantes niveles de yesos, cuyos cristales rojos, grises o negros brillan en los taludes de los caminos. Estas sales, solubles y disueltas por el agua de lluvia, son responsables del nombre del Arroyo Salado. En épocas de estiaje forman una cubierta blanquecina en los márgenes del cauce. Su presencia también se manifiesta en las especies vegetales de las riberas de la red de drenaje. Si bien la especie dominante a lo largo del cauce es el taraje, a veces dispersos y otras formando un denso e impenetrable tarajal con algún aladierno, en las zonas expuestas y soleadas la presencia de especies halófilas como Frankenia o almajos – tan frecuentes en las marismas - muestran el carácter salino de las aguas.

El arroyo Salado se comporta como un torrente estacional. En verano su caudal es discontinuo, con charcas aisladas más dispersas hacia la cabecera y con la mayoría de los afluentes menores completamente secos. Sin embargo, la gran extensión de su cuenca, el carácter impermeable de los suelos y su pendiente, y la facilidad de las arcillas para ser erosionadas, provocan que en épocas de lluvias torrenciales, tan frecuentes en el clima mediterráneo, se produzcan avenidas de agua y lodo que desbordan el cauce y cuyo poder destructivo es tristemente conocido en Chiclana.


¿SABÍAS QUÉ? 
  1. Uno de los afluentes del Salado, el arroyo Cañuelo, discurre bajo un mogote calizo que resalta en el paisaje, el cerro del Berrueco. Está formado por calizas jurásicas y contiene abundantes fósiles marinos, entre los que destacan ejemplares bien conservados de Ammonites.
  2. La facilidad de defensa y el control de las rutas que desde la costa se internan en la campiña gaditana ha favorecido que el cerro del Berrueco haya sido utilizado como asentamiento humano desde épocas prehistóricas. Así lo atestigua el yacimiento arqueológico que contiene cerámica y otros objetos que prueban su ocupación desde el Calcolítico hasta época medieval.
  3. Desgraciadamente la mayor parte del yacimiento ha sido destruido por los trabajos de explotación de la cantera que horadó gran parte del cerro. La cantera se encuentra actualmente abandonada.
  4. Al contrario que las impermeables arcillas, las calizas constituyen buenos acuíferos. En el Berrueco hay dos fuentes, el Pozo del Hierro y el abrevadero del Berrueco.
  5. En la cabecera de la cuenca del Salado se encuentra la planta de tratamiento de residuos de Miramundo. La administración debe extremar su vigilancia ya que los posibles lixiviados que genere terminarán en el Salado, o lo que es lo mismo, en el Iro.