jueves, 16 de noviembre de 2017

¿Esperanza para el río Iro?



Comienza a existir cierta preocupación por parte de las Administraciones en ir resolviendo algunos de los muchos problemas que en estos momentos soporta nuestro río


IRO XXI | CHICLANA

Durante este último mes hemos ido recibiendo noticias y especificaciones de ideas aún por reflejar en proyectos, e incluso un proyecto ya más desarrollado como documento técnico y administrativo, valorado y previsto para su posible contratación, todos refiriéndose a actuaciones sobre el río Iro. Parece que comienza a existir una cierta preocupación, por parte de las Administraciones, en ir resolviendo algunos de los muchos problemas que en estos momentos soporta nuestro río-ría. 

Estos hechos nos alientan a seguir manifestando nuestras preocupaciones y a conseguir hacer cada vez más visible, para todos los ciudadanos, la gran importancia que el Iro tiene para el buen desarrollo de la ciudad de Chiclana en todos sus aspectos: “el río es Chiclana”. Comenzamos a sentir cierta esperanza de que alguna vez consigamos, entre todos, convencernos que en el buen desarrollo de ciudad debe ir implícito la mejora, uso y preservación de nuestro a veces río y otras ría, que atraviesa la población por su único centro urbano, comercial, poblacional y turístico, todo ello a la vez.

Tan solo hace unas semanas el Gobierno Municipal, de una manera oficial y con intención de que participáramos en sus determinaciones, nos mostró al GRUPO IRO XXI un proyecto prudente y posible, en cuanto a su valoración económica, que intenta resolver con pragmatismo los problemas de falta de capacidad que sobrelleva el cauce urbano a su paso por la ciudad y que fueron incluidos en el último estudio de inundabilidad que contempla el actual PGOU. Aceptando la necesidad de construir al menos la presa contra–avenidas del Arroyo de la Cueva, irá aumentando la capacidad del cauce actual desde el Puente de la Concordia hasta la depuradora de fecales, dividiendo la manera de conseguir mayor altura de los muros de contención en tres formas diferentes según las características de cada tramo.
«EN EL BUEN DESARROLLO DE LA CIUDAD DEBE IR IMPLÍCITO LA MEJORA DE NUESTRO RÍO»
Asimismo el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento presentó a la prensa y también amablemente a nuestro GRUPO, tan solo hace unos días, una avalancha de ideas a las que denomina “Miradas sobre el Iro” y “cuyo desarrollo provocaría la conversión del río en el elemento integrador que de vida a la ciudad”.

En otro aparte y por el actual delegado de Fomento de la Corporación Municipal se nos informó de la redacción por la Administración Autonómica de un “Plan estratégico e integral del río Iro” en el que se estudiará hasta el posible tránsito por sus aguas de embarcaciones deportivas, con ubicación en su curso de coquetos pantalanes que ayudaran a posibilitar los accesos a estos pequeños navíos. Igualmente nos informaron que se están redactando unos proyectos por Diputación y Costas para la realización de “vías azules” que comuniquen los términos de San Fernando y Chiclana mediante caminos para bicicletas y peatones y al parecer estas infraestructuras debieran de atravesar el río Iro al menos en dos ocasiones y lugares diferentes.

Evidentemente ante tanto aluvión de “buenas intenciones” y aún reconociendo con el refrán castellano “que nunca es mal año por mucho trigo”, comenzamos a plantearnos serios interrogantes que nos crean sensatas preocupaciones. El tratamiento al río no debiera partir de discernir que Administración tendrá la idea más brillante o más mediáticamente asumible por la ciudadanía. Necesitamos las actuaciones más necesarias, más imprescindibles y desde luego con posibilidad clara y manifiesta de su ejecución en un plazo cierto y con su financiación precisa.

«SEAMOS SERIOS, LOS PROYECTOS TAN COMPLICADOS NECESITAN DE MUCHA PARTICIPACIÓN Y TIEMPO»

Es necesario que alguna Administración coordine “tantos esfuerzos”, somos conscientes de los muchos intervinientes en estas decisiones y del mucho tiempo que se necesita para que todos los que deban de informar, emitan su informe. Asimismo también somos conscientes de los muchos y dispares recovecos donde se pudiera encontrar la financiación para cada proyecto. Presupuestos de Costas de la Junta, de Costas del Estado, EDUSI, ITI, Diputación Provincial, Presupuestos Municipales. Es tanta la vorágine que a lo peor por picotear en todos nos quedamos sin ninguno.

Entendemos que desde el Ayuntamiento y su Gabinete Técnico, bien es sabido que los técnicos perduran más que los políticos, se deben de plantear y coordinar cualquiera de los proyectos sobre el río y es en su seno donde se deben de estudiar propuestas relacionadas con su oportunidad, posibilidades técnicas, evaluación de los recursos necesarios, tramitación de los expedientes y transparencia con las demás Administraciones intervinientes. Una vez resueltos todos estos “detalles” elevarlos a la Comisión Política, de turno, para que batalle por su aprobación y obtención de la financiación precisa.

Seamos serios, los proyectos tan complicados como los que se desarrollan en un medio tan frágil, necesitan de mucha participación y tiempo, no son adecuados a políticas cortoplacistas, hay que proponer y trabajar para el futuro, nunca los disfrutan los que lo inician, pero ese hecho engrandece más al que se dedique a la acción política en su pueblo. 



sábado, 4 de noviembre de 2017

Cruzando el “Puente Grande” (y II )





Tras la riada de 1965, se construyó el actual puente, denominado Nuestra Señora de los Remedios, que modificó notablemente el trazado de la N-340



IRO XXI | CHICLANA

En algunas de las ediciones de julio de este rotativo, El Periódico de Chiclana, ya les hemos contado sobre los avatares de los primeros puentes que se construyeron sobre el río Iro en el mismo emplazamiento en el que actualmente se encuentra asentado el de Nuestra Señora de los Remedios. La denominación de “Puente Grande”, con la que se ha conocido también al puente actual se debe al anterior.

El tamaño enorme, de piedra compacta y rocosa, de sus sillares y los complicados trabajos y artilugios que fueron necesarios realizar para la colocación de estos en la obra, seguro que fueron seguidos con verdadera admiración, envuelta en esperanza, por todos los chiclaneros, unos 9.000 habitantes, que habitaban la ciudad por los años 60 del siglo XIX. Y una vez terminado con sus robustos parapetos y acerados, su aspecto prominente y altanero seguro que provocaron que el pueblo, en vez de llamarlo puente de Isabel II, que era su nombre desde la inauguración, comenzara a bautizarlo como Puente Grande. Durante muchos años este único puente se consideró desmesurado. García Autrán decía: “Demasiado puente para tan poco río”. El otro, la pasarela, que se construyó río abajo en hormigón en 1927, ya parece que nació con su nombre puesto “el de Chico”.

La riada de 1965 no derribó aquel hercúleo puente, pero si lo dejó muy dañado sobre todo en su cimentación y estribos, por lo que el puente no fue demolido hasta la terminación y puesta en uso del nuevo de Los Remedios. Mientras estuvo en construcción el nuevo, seguía siendo utilizado el viejo incluso para el paso de camiones. 

El puente durante su construcción tras la riada.

La construcción del puente tras los estropicios causados por la inundación fue de las primeras obras relevantes que se acometieron. No debemos olvidar que era el único paso sobre el Iro y formaba parte de la traza de la carretera Nacional de Cádiz a Barcelona por Málaga (N-IV) y, evidentemente, no estaba construida la circunvalación de Chiclana. Luego, si se cortaba el tráfico por Chiclana debido a la dificultad de atravesar el Iro, la comunicación con la Janda y Málaga y, a su vez, de estas zonas con Cádiz, se tendrían que desplazar por Medina y Algeciras. Difícilmente podían aquellas carreteras, por sus características y estado, absorber los tráficos tan importantes que ya llegamos a tener a finales de los sesenta.

El actual puente –inaugurado en 1969– es uno más, con las mismas características de una carretera cuando pasa sobre un arroyo. Nada tiene en cuenta que, además, atraviesa por el centro la ciudad y, estéticamente, se contemplan continuamente sus laterales. Está formado por dos vanos de vigas de hormigón, con una pila en el centro del cauce, formada por cinco pilares redondos que soportan un cabecero sobre el que descansan las vigas. El vano del lado de El Lugar tiene 25 metros, mientras el de La Banda es de 33 metros, pues, además de salvar el río, pasa por encima de la prolongación de la calle Carmen Picazo. La anchura del tablero fue, en principio, de unos 10 metros; esta se amplió en el año 2003 en cinco, 2,5 metros por cada lado, con objeto de permitir cuatro carriles más el acerado. 

Tal vez el resultado más importante para la planificación de la ciudad que provocó esta nueva infraestructura fue su nuevo emplazamiento: unos metros más arriba que el anterior y, sobre todo, al cruzar el río de una forma oblicua y no perpendicular al lecho, como el anterior, con objeto de facilitar el enlace con la avenida Reyes Católicos. Estas actuaciones cambiaron por completo la fisonomía de la zona. Fueron necesarias algunas expropiaciones y la antigua plaza “del Piojito”, quedó atravesada transversalmente por los nuevos accesos al puente, dejándola dividida en dos pequeños trozos triangulares. Aún hoy, después de cincuenta años, no se ha solucionado el aspecto ruinoso en que se convirtieron las edificaciones linderas con la Iglesia de San Sebastián.


¿SABÍAS QUÉ?
  1. Estos años de la década de los sesenta fueron los peores para el río Iro, pues comenzó a colmatarse de suciedad, ya que por esos años también entró en servicio el abastecimiento de agua potable a la ciudad y los efluentes se producían directamente al río en su tramo urbano.
  2. De la misma forma el paso por la ciudad de la carretera nacional se hizo de lo más difícil ya que la alta intensidad de tráfico rodado, sobre todo los fines de semana, hacía del acceso a Chiclana un auténtico suplicio.
  3. A esa etapa de los años 65 a 80 del pasado siglo se le debe la fama de río pestilente que adquirió nuestro Iro. Tan acusado fueron los olores que nuestro insigne Fernando Quiñones comenzó a llamarlo “el río puercachón”.