Terrenos por los que discurren los arroyos del Salado y de la Cueva. |
El cauce del Iro sería la suma del arroyo del Salado, que aportaría el 60% del caudal, y el de la Cueva, en un 40%
IRO XXI | CHICLANA
En mucha cartografía, al río Iro se le considera como una prolongación del arroyo del Salado, tal vez al considerar al Iro como aquel cuyo cauce se encuentra sometido a la influencia mareal.
Si así fuera, este punto en el que el arroyo del Salado se transforma en río, no se encuentra definido y no tiene fácil definición. A principios de los años ochenta, del pasado siglo, se inició un expediente de deslinde, para determinar hasta donde influyen las mareas, dentro del cauce del Iro. De este expediente lo único que hemos podido averiguar es que quedó inconcluso, hasta que se aportaran nuevos datos.
El arroyo de la Cueva se une al del Salado, muy cerca de la carretera a Medina Sidonia a la altura del cementerio mancomunado, aportando, en los días de lluvia y escorrentía, el cuarenta por ciento del agua que va a discurrir por el río Iro. Por esta razón, por la amplitud de su cuenca, todos los estudiosos del río coinciden en razonar o proponer que el río Iro es la suma de esos dos grandes afluentes. El arroyo del Salado que aporta el 60 por ciento del caudal y el de la cueva que lo hace en el 40 por ciento.
El estudio hidráulico realizado para la prevención de inundaciones y ordenación de las cuencas de la Janda, le asigna al arroyo una superficie de cuenca de 87,6 kilómetros cuadrados y esta se extiende hacia el sureste entre los términos municipales de Chiclana y Medina llegando sus estribaciones a los términos de Vejer y Cónil.
Los primeros 9 kilómetros de este arroyo transcurren por terrenos de muy poca pendiente, sólo de un 2 por mil de pendiente media. Estos terrenos están sometidos a labores agrícolas que exigen las roturaciones de los mismos, por lo que en los casos de lluvia torrencial, muy usual en nuestra climatología de tipo mediterráneo, es mucha la cantidad de arrastres de tierras que aporta al río Iro.
La parte final del arroyo, recoge aguas de las tierras mas altas y de pendientes medias que llegan al doble de las anteriores, en estos terrenos por los que discurre ya se encuentran mas cerros y menos terrenos de labor. Priman el pino y alcornoque, así como el monte bajo. Entre ellos se encuentran la finca Camila, donde pastan los toros de la ganadería de Torrestrella.
El arroyo de la Salinilla, que se une a éste de la Cueva a unos 9 kilómetros de su desembocadura en el Salado, se considera de cierta importancia, le corresponden unos 20 Kilómetros cuadrados, la cuarta parte de la cuenca total del de la Cueva y se adentra por unos terrenos de mayor pendiente en dirección este, buscando las cercanías de Medina ciudad, dentro de su término.
¿SABÍAS QUÉ?
- En este arroyo desaguan, a su vez, una gran cantidad de pequeños arroyos que solo se manifiestan en los casos de escorrentías importantes, algunos nombres: de los pilones, de pozo blanco, del Galindo, de la Nava, de la Zahurda, de la Navita, de la Rabanita, del alcornoque, del Obispo y otros.
- Es en este arroyo donde se proyecta la ubicación de la presa contra avenidas que parece se ha estudiado su emplazamiento a unos dos kilómetros de su desagüe en el Salado. Sería una presa de tierras, con posibilidad de desagüe regulado y constante.
- Dentro de su cuenca se encuentran dos pequeños embalses que recogen agua, que sobre todo es utilizada para poder abastecer a las necesidades más de la ganadería que de la agricultura.
- La “cañada de la Asomada” recorre toda su cuenca en dirección norte sureste. Esta vía pecuaria, une la carretera de Medina Sidonia ( A-390 ), con el poblado de “Los Naveros”, pedanía de Vejer de la Frontera.
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