jueves, 31 de agosto de 2017

La escasa perdurabilidad de las construcciones sobre el río


Los fenicios fueron los primeros en valorar la fácil accesibilidad al mar desde la población ● El primer acceso hacia La Puente de Cádiz se contempla a principios del siglo XIX ● El primer puente grande, que data de 1739, tan solo duró cinco meses


IRO XXI | Chiclana

Parece, ya con certeza, que los fenicios se asentaron en el lugar geográfico sobre el cual hoy se encuentra enclavada el núcleo de población más antiguo de la actual Chiclana de la Frontera. La razón de esta decisión no fue otra que su fácil accesibilidad al mar y el resguardo que supondría para las embarcaciones la pequeña ensenada que se producía tras los pequeños cerros del El Castillo y San Sebastián.

Cuando Fernando IV de Castilla, cede a los Medina Sidonia, en el 1303, estas tierras chiclaneras, también lo hace pensando en el mar, para impedir, en este caso, la entrada hacia el interior de piratas berberiscos y proteger las tierras de Medina. También ayudaría la concesión , al mismo tiempo, de la pesca del atún por las almadrabas del duque en la actual playa de la Barrosa.

Durante siglos Chiclana solo miró hacia el mar, nunca quiso ver el cambio producido en todo ese acceso a la mar Océano por los sedimentos arrastrados por el río Guadalete y, sobre todo, por el río Iro que cambiaban radicalmente su geografía.

Al mismo tiempo ya en los siglos XVIII y XIX se empieza a desarrollar la ciudad a ambas márgenes de aquel brazo de mar, estrechando el primitivo acceso a la ensenada tras los dos cerros que se mencionan.

El primer acceso hacia La Puente de Cádiz por tierra no se contempla hasta principios del siglo XIX, promovido por el General Solano, siendo Gobernador de Cádiz y impulsando la construcción de un espigón que llegase hasta el caño Zurraque.

Tal vez esa ignorancia y desprecio hacia el papel que jugaba ese pequeño río, el Iro, y a la ingente cantidad de sedimentos y agua que aportaba en ocasiones de grandes avenidas, ha sido la causa por la que no han perdurado las infraestructuras que lo han atravesado durante su vida. Los puentes suelen ser construcciones muy sólidas que duran mucho tiempo, sin embargo en Chiclana llama la atención su escasa durabilidad.

En la actualidad sobre el río y en su tramo urbano existen desde el puente VII Centenario al puente de la circunvalación, nueve construcciones: puentes, pasarelas y plaza. Todas ellas son posteriores a 1965 y de ellas, cinco : el puente azul, la pasarela de madera, el puente para el tren tranvía, la plaza sobre el río y el puente de la Concordia se han construido ya en este siglo XXI.

Es decir que no existe ningún vestigio constructivo de antiguos puentes sobre nuestro río, ni siquiera de sus cimentaciones a pesar de que la moderna fundación de Chiclana es del año 1303 y su nombramiento como ciudad de 1876.

Aún llama más la atención el caso de los dos puentes más tradicionales de nuestra población a los que popularmente se le ha llamado desde siempre el puente grande y el puente chico. El puente chico siempre fue una pasarela de madera para uso de los peatones hasta 1927, se la solía llevar aguas abajo las crecidas de cada año y en primavera verano se arrastraban hacia arriba los pilares de madera que se volvían a clavar en el mismo lugar entre las dos riberas del río, prácticamente en el mismo lugar en el que se encuentra en la actualidad.

Espectacular fue lo acontecido con el primer puente grande, construido ya de piedra e inaugurado, después de muchos contratiempos, en agosto de 1739. Tan solo duró cinco meses hasta el 9 de enero de 1740.

Deducimos que en pocas ocasiones se ha tenido en cuenta la cantidad de agua que el rio en los casos de grandes avenidas lanza hacia el mar, han primado más los aspectos estéticos y de circulación de vehículos y personas que de encauzamiento del río.

En la actualidad, al menos en teoría seguimos con el mismo problema y la misma incertidumbre. El estudio de inundabilidad que acompaña, como documento, al nuevo Plan General, “amenaza” con la posibilidad de que en caso de gran avenida las aguas del rio puedan superar la altura del actual puente grande. Históricamente desde los años que se tienen algunos datos de construcciones en las márgenes de edificaciones ya centenarias , no se ha producido tan grave riada, incluso con un cauce más pequeño que el actual, pero del análisis de la cuenca parece que se deduce esta posible y peliaguda situación.


¿SABÍAS QUÉ?
  1. El Puente Grande a finales del siglo XIX, al que algunos le denominaban como romano, se construyó a mediados de dicho siglo y popularmente se entendía que era mucho puente para tan poco río. La inundación de 1965 acabó por inutilizarlo, demostrando su estrechez.
  2. El buen intento de controlar las aguas mediante el Puente –presa, solo pudo probarse durante 13 años. Pues este puente con sus compuertas solo duraron desde 1983 a 1996, tal vez su pecado fue la poca altura de su plataforma.

Leer en EL PERIÓDICO DE CHICLANA. Nº 93. Pág. 19


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