domingo, 15 de enero de 2017

Un cuadro junto al río Iro

El lienzo firmado por J. López G. y titulado "Chiclana 1900".

IRO XXI | CHICLANA

Salido a la luz hace pocos años y propiedad de un chiclanero amante de las cosas de su ciudad, traemos hoy una curiosa pintura que destaca en la escasa producción artística en torno a nuestro río, en general limitada a cuadros y dibujos de aficionados de carácter "naif", donde suele predominar el contundente icono del Puente Chico de 1927 a 1965, obras que, junto a fotos de la riada de 1965, se veían en bares y otros locales chiclaneros. Entre todas destaca esta pequeña obra, óleo sobre lienzo de 48 por 26'5 cm, firmada en su ángulo inferior izquierdo por J. López G. y fechado al lado: Chiclana 1900.

Escaso en cualidades artísticas, cabe enmarcarlo dentro de la amplia categoría de lo "naif", como una estampa idealizada y evocadora. El autor pretende ir más allá y no puede en su pretensión de una perspectiva cónica fallida, obsérvese el ancho del Paseo al principio comparado con la anchura a la altura del Teatro. El color se resuelve sin meterse en complicaciones con una paleta de tonos análogos y cálidos que permiten una correcta entonación, contrastados con el cielo azul claro atravesado de nubes.

Si simples son sus valores pictóricos, no ocurre lo mismo con lo que en verdad nos atrae de él: escudriñar como indiscretos curiosos a través esta "ventana" en la Chiclana de 1900, con el velo nostálgico con que vestimos el pasado. Así, en esta exploración, nos encontramos con un Paseo recién estrenado bajo el nombre de José María Quecuty, alcalde promotor, aunque la calle seguía llamándose O'Donell. Acababa de instalarse en 1898 el alumbrado eléctrico (vemos las "palomillas" del tendido en el edificio de la derecha, esquina a calle Vega). La inauguración del Paseo supuso el desplazamiento del "centro" de la ciudad de la Plaza Mayor a la vera del río.

El punto de vista del pintor está encima del actual bar "El 22", junto a la antigua heladería Rico, en la esquina de enfrente de la embocadura de la calle Vega, actual Unicaja, asoma un bello edificio de características similares al actual entre Alameda, La Fuente y Plaza de España, donde entonces estaba el Círculo Chiclanero y después el Club Pepe Gallardo, cerca del Casino en la actual Biblioteca Municipal. Por la calle de tierra viene una diligencia, seguro que camino de la posada existente en calle La Plaza.

Al otro lado de la calzada, un murete delimita el Paseo cortado por cuatro accesos, en el cuadro vemos tres, el primero y principal con placas de mármol conmemorativas y enfrentado a la c/ Vega nos lleva directos a cruzar el río por el Puente Chico, fuera del cuadro, por entonces una pasarela de madera. Como la calle, el suelo es de albero semicompactado, propio de la época y con larga vida en la tradición sevillana. Un muro y su hilera de árboles nos separan del cauce, denunciando con su poca altura la ausencia de miedo a las crecidas. Al final del Paseo contemplamos el por entonces Salón Teatro de Verano, primero de los tres que existieron en dicho lugar hasta la inundación de 1965, frágil construcción de madera y hermosa fachada rosada levantada por la "Sociedad García Gutiérrez".

Nos vamos a La Banda, donde atraviesa la pintura el espléndido y armonioso escenario de fachadas sobre el Iro de 1900. De izquierda a derecha, primero en sepia la Casa Romero, a su lado, más alto, el edificio del actual Los Ángeles, ambos con su geometría vertical de rejerías y cierros en gaditana composición, en los bajos del segundo había entonces una fonda. Los dos edificios contiguos, el primero con tejado inclinado de tejas, hoy no existen estando el Hotel Alborán en su lugar. Frente a la arboleda de la Plaza de Andalucía se accede al Puente Grande de entonces y, visualmente, sobre él aparece un edificio con cubierta a dos aguas, la Iglesia de San Sebastián, poco más que una sencilla nave aunque originada en el XVI, a la que años después del cuadro se resaltaría con el traslado del monumento al Magistral Cabrera y, sobre todo, con el añadido de una fachada "neogótica" tan conocida que muchos creen más antigua.

Casetas con sus lonas pintadas y pequeñas banderas encaramadas a altísimos mástiles indican que estamos en fiestas, seguramente la Feria de San Antonio. Hay muy poca gente, la verticalidad de las sombras nos responde: avanza el caluroso mediodía y los chiclaneros sestean. Presidiendo el ferial...banderas españolas, una francesa (?) y, en primer término, el enigma de una bandera andaluza anticipada en el tiempo.


¿SABÍAS QUÉ?
  1. El motivo más pintado y dibujado del río, y no en este cuadro, es el conocido y añorado Puente Chico que sólo tuvo 38 años de vida, de 1927 a 1965 cuando se lo llevó la Riada.
  2. La bandera andaluza tal como la conocemos, que no el uso de sus colores en pendones más antiguos, no se determinaría hasta la Asamblea de Ronda en Diciembre de 1918.
  3. La fachada neogótica del templo de San Sebastián se erigió en 1920, coincidiendo con la colocación en su pequeño patio de entrada del monumento al Magistral Cabrera, que así se trasladaba desde su primera ubicación en la cercana Plaza de Castelar, actual Plaza de Andalucía.


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